domingo, 16 de noviembre de 2008

CONCURSO DE DECLAMACIÓN




Poesía es la expresión artística por medio de la palabra sujeta a la medida y cadencia del verso, cuyo fin primordial es la creación de belleza. Se han escrito, a través del tiempo, un sin fin de ellas y de diversas clases como: la poesía épica que narra las hazañas de héroes históricos o legendarios; la poesía lírica la cual expresa los sentimientos, imaginaciones y sentimientos del autor; otra y quizás la mas socorrida es la poesía dramática que consiste en representarla de manera actoral; generalmente a esta clase de poesía solemos exagerarla, sobreactuarla y desde muy particular opinión hasta caer en acciones falsas y ridículas, finalmente está la poesía didáctica que de cierta forma, agradable y a veces simpática, y que desde luego ofrece una enseñanza.
La declamación es un arte escénico como lo son el teatro y la danza, en el sentido que se desarrolla frente a un público que observa y escucha, es la interpretación de un poema, buscando profundizar su mensaje con el uso armonioso de la voz y la sutileza del gesto. La declamación busca cautivar al espectador para que sienta el significado de las palabras, enfatizando con el gesto y el movimiento aquellos versos o palabras que destaquen el sentimiento y la emoción contenida en el poema. He vivido algunos aspectos y etapas de la declamación a través de mi vida, incluso cuando estaba en la primaria yo también participé en los concursos y recuerdo que tanto la dicción, fraseo, modulación y expresión corporal eran muy literales y dramáticos, de acuerdo al contenido de las palabras de la poesía. Actualmente todo este sentido e intención ha cambiado pues el uso del gesto es mínimo, apenas se insinúa y se deja que el espectador use su imaginación y descubra los movimientos, la escena, el ambiente en que se desarrolla el poema, hacerlo de esta forma es más sencillo y agradable a los ojos del público porque le da naturalidad y frescura a la actuación.- Otro aspecto que se ha modificado son los desplazamientos que son pocos y muy limitados. Todo esto conlleva a que la distancia entre la recitación y la declamación se vaya desapareciendo.
Hace unos días viví una experiencia especial al ser invitada como jurado del concurso de declamación, que año con año el Instituto La Salle tiene a bien organizar, con ello fomenta y despierta en sus alumnos el interés por los aspectos artísticos-culturales, así como el ayudarles en las habilidades que le permitan expresarse en público. El 30 de octubre se llevó a cabo dicho concurso de declamación participando: el jardín de niños, la primaria, secundaria y la preparatoria.
Haber sido invitada a este evento fue para mí muy grato pero a la vez retador, sentí su importancia y la gran responsabilidad que pesaba en mi persona además del gusto de compartir el estrado del jurado con grandes maestros de la poesía como el lic. Eduardo Calvo, el poeta y autor Bruno Pablos, así como con el gran maestro de literatura Rafael Morales, y otros directores más.
A pesar de mi emoción tuve que estar muy atenta a la interpretación de cada uno de los alumnos, ser jurado es una acción difícil y compleja, especialmente cuando ves en la misma categoría competencias similares y de los cuales se tiene que definir en cuestión de segundos, según el criterio, por la mejor de las interpretaciones; tuve que concentrarme en cada movimiento, palabra y forma así como en la capacidad de expresar la palabra en forma emotiva y convincente
Los aspectos que se evaluaron fueron: la presentación, la voz, dicción, modulación, mímica y desde luego la memoria, tuve que estar muy atenta a cada una de sus palabras, de sus movimientos y expresión corporal. Fue muy interesante ver la forma como niños y jóvenes se acercaban muy ordenadamente al micrófono para interpretar cada uno su poema, lo cual resultó una variedad agradable pues la elección de ellas fue apropiada a las distintas edades, sexo y condición de cada uno de los alumnos. Comentar con Eduardo Calvo y Bruno Pablos algunos aspectos a valorar de los participantes me pareció muy acertado pues coincidimos en la opinión, referente al nivel educativo y de formación que están teniendo los alumnos actualmente, de mantener vigente esta clase de concursos que les ayudan a elevar su nivel de formación y de integración social.
El evento se llevó a cabo en el gimnasio del propio Instituto que acondicionaron para la ocasión; el programa de la noche se desarrolló muy ordenadamente, dio inicio con un simpático y bien elaborado bailable de ballet ejecutado muy dulcemente por niñas de primaria portando graciosos atuendos propios para la melodía “Para Elisa”. Hubo un intermedio musical donde tres alumnos interpretaron majestuosamente dos bellas melodías haciéndose acompañar de dos guitarras y una flauta. Finalmente la premiación y reconocimiento y agradecimiento para los participantes.
El Instituto La Salle cada día se preocupa mas por elevar el nivel cultural de su alumnado, se ve reflejado en su programa anual de actividades además de contar con un departamento exclusivo para la cultura y el arte.
En el momento de la premiación fue muy satisfactorio ver que mi participación fue congruente con los otros jurados y aunque hubo discrepancia en algunos, la gran mayoría resultaron de acuerdo a mi criterio.